Exposición de pinturas

FUERA DE ÓRBITA

Centro Cultural de Las Condes

7 NOV al 1 Dic 2024

Fuera de Órbita

“Lo que vieron mis ojos fue simultáneo: lo que transcribiré, sucesivo, porque el lenguaje lo es. Algo, sin embargo, recogeré.”
El Aleph: J.L. Borges

La luz entra en el ojo, atraviesa la córnea, pasa por la pupila y el cristalino hasta alcanzar la retina. Las células despiertan y transmiten el estímulo luminoso a las fibras nerviosas. En el corazón de una imagen, el nervio óptico organiza las manchas de luz recibidas. Nuestra memoria concede entonces forma a lo que reconoce y, pasado un instante, le atribuye una palabra. Un lobo marino, una semilla, un monte de Oriente cubierto de niebla: cada chorro de luz toma presencia en nuestro campo de visión. 

Todo lo que hemos podido ver está en alguna parte. Sino en el mundo, tal vez en algún recodo de nuestra imaginación. Hay triángulos e hipocampos, hay átomos y colinas nevadas, banderas desconocidas, arenales, órbitas celestes, lápidas, rostros. Aquello que imaginamos es un recuerdo o una proyección que no se forma solo en la retina, sino más bien en nuestra monstruosa fantasía, en el deseo imparable de contemplar de pronto el mundo y sus fisuras. Recobrar ese deseo de lo que todavía no hemos visto es, quién sabe, algún modo de seguir todavía aprendiendo a ver. O como dice Matías Camus, “pinto para descubrir lo que puedo ver. No parto de una idea preconcebida”.

Su trabajo da forma a una serie de elementos oscilantes que se reconocen sin poder señalar su verdadera pertenencia. Eso que vemos –sean planetas, isoplasmas, bacterias o satélites– nos invita a demorarnos mirando para ver y recibir, otra vez, algún influjo, un rayo que atraviesa el tiempo y se instala como una pregunta geométrica sobre la tela. Lo que no vemos aún nos acecha en cada una de estas pinturas, como el propio universo que nuestros ojos y telescopios aún no alcanzan a ver. Frente a cada cuadro, recordamos entonces la misión de elevarnos al escrutinio del vacío. Desde ese giro astrológico se acoge la aparición de estos nuevos ingredientes visuales, donde cada imagen se arma como una promesa, un nuevo punto de apoyo para volver a revelar la diversidad del mundo que nos rodea. Aprender a reconocer lo desconocido. Algo de eso queda aquí recogido. Muchas otras cosas escapan fuera de órbita.

Pedro Donoso 

El conjunto de pinturas que compone esta exposición abarca los últimos años de la obra pictórica de Matías Camus Joannon, artista formado en Chile y México en un proceso autodidacta cuya obra combina la escultura y la pintura. Desde hace casi 20 años Matías vive en una casa de madera en lo alto de un monte, frente a la costa del Pacífico, donde tiene también su taller.

Nace en Santiago de Chile en 1968 y estudia arquitectura en la Universidad Católica de Valparaíso entre 1986 y 1990.

Posteriormente, realiza en Santiago distintos cursos de dibujo en la Universidad Católica de Chile, al mismo tiempo que se familiariza con la escultura y la figura humana en el antiguo Instituto de Arte Contemporáneo.

Los años 1992 y 1993 asiste a talleres de escultura en el Centro Cultural Ignacio Ramírez El Nigromante en la ciudad de San Miguel de Allende, México.

En 1994, a su regreso a Santiago de Chile, retoma sus estudios en escultura en la Universidad Católica y es alumno invitado en la Universidad Finis Terrae.

Sus primeras exposiciones datan de esa época. En 1998 expone sus esculturas en madera en la Galería La Sala y al año siguiente retorna a México para exponer acrílicos y témperas en el Centro Cultural Ignacio Ramírez El Nigromante.

Entre el 2000 y el 2010 realiza tres muestras individuales en la Galería La Sala, además de participar en diversas exposiciones colectivas. Entre sus exposiciones más recientes hay que mencionar: “Naturaleza Ancestral”. Esculturas (Parque de las Esculturas, Santiago, 2015); “Obscuras iluminaciones”. Oléos 2017-2020 (Galería Laguna, Zapallar, 2020); “Sensaciones persistentes”. Pintura (Espacio Andrea Brunson, Santiago, 2023); “Apariciones”. Pinturas y esculturas (Galería Zinc, La Laguna Zapallar, 2024).

En la actualidad, Matías vive y trabaja en su casa taller en el Camino a Catapilco.